Hace algunos días, un amigo que ha iniciado un negocio, me hablaba de la cantidad de obstáculos y trabas que se ha encontrado en el camino del emprendimiento y me pedía algún consejo o recomendación para avanzar. Entonces le dije: ¿cuál es el mayor obstáculo que has encontrado? Y él me respondió: muchos, no sabría decirte uno. Yo le dije entonces: ¿quieres saber cuál es tu mayor obstáculo? Y él evidentemente me dijo que sí. Entonces le respondí: el mayor obstáculo que tiene tu negocio eres TÚ.

   Y así es. Somos las propias personas las que nos ponemos trabas y más piedras en el camino de las que verdaderamente hay. Mi primer consejo es claro: "no te ahogues en un vaso de agua", como se suele decir. Agobiarse, pensar que has fracasado, plantearse que no estás hecho para el emprendimiento..., son obstáculos que tú mismo creas en tu mente.

   Relájate... Tu coach va a estar ahí para esos momentos de flaqueza, para ayudarte a superar esos lógicos baches psicológicos y emocionales. Su misión es la de apoyarte, animarte y hacerte consciente de la situación en la que estás y a la que puedes llegar. Muchas veces los problemas, los obstáculos de los que hablábamos, no son factores externos como los clientes, el dinero, la crisis..., sino que el problema está dentro de nosotros mismos.

   Barreras vas a encontrar muchas, eso debes saberlo de antemano. Pero debes estar preparado para saltar, para superar esos obstáculos, tanto internos como externos que no te permitan avanzar porque, recuerda, el emprendimiento es una carrera de fondo. ¿Miedos? Todos tenemos miedos pero no debes dejar que el miedo te atrape pues lo único que conseguirás es limitarte y quedarte bloqueado, impidiendo tú mismo que el negocio que has creado, con tantas ganas e ilusión, prospere.

   Yo te recomiendo que apartes tus obstáculos y empieces a avanzar. ¿Cómo?

   Lo primero de todo, asumiendo la situación, tomando conciencia de lo que está pasando fuera y dentro de ti y empezando a diseñar soluciones y nuevos planes de acción. La conciencia del emprendedor es la base de sus acciones y resultados buscados. Entonces pregúntate, ¿desde qué conciencia estoy emprendiendo?

   Y en segundo lugar, avanza asumiendo responsabilidades y fijándote nuevas metas porque estoy segura de que no has llegado al tope ni has usado todos los recursos de los que dispones. Sé responsable y sincero contigo mismo. Son algunas de las claves para avanzar y asumir la situación real.

   Albert Einstein decía que el problema de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Es ahí donde radica el obstáculo: TÚ, TÚ y TÚ. Y ahora, respóndeme:

¿Qué estás dispuesto a hacer para superar obstáculos y avanzar?

Guillermo Corrochano
www.tuempresadeexito.es
Asesoría y Coaching

En los tiempos que corren son muchos los miedos que nos surgen a la hora de emprender. El principal suele ser el factor económico. Muchos clientes me preguntan: ¿cómo hago para arrancar mi emprendimiento si no tengo dinero?

   Mi respuesta es siempre la misma: pero, ¿Qué idea de negocio te apasiona tanto que te olvidas del dinero?

   No debes buscar en la falta de dinero la excusa perfecta para no emprender un negocio. Debes saber que emprender sin dinero es más factible que emprender sin ideas.

   El dinero es un factor más para emprender pero no es el único. Está claro que ni mucho menos es el único factor que deberás tener en cuenta antes de emprender.

   Tener una buena idea, conocer tus debilidades y fortalezas, planificar la ejecución de tu negocio y tener claro cuáles son tus objetivos, son otros muchos factores a tomar en consideración.

   La idea de negocio es clave. Si tu idea se alinea con lo que te apasiona, la pones al servicio de los demás y la desarrrollas, será exitosa y generará beneficios (y no solo de tipo económico). A lo largo de tu camino vivirás éxitos y también fracasos. De ahí la importancia de tener cerca a tu coach. Él te acompañará en recordar el éxito de tu idea de negocio y te ayudará a desarrollarla y a mantenerla para que genere el beneficio esperado.

   Yo suelo comparar una idea de negocio con la semilla de una planta. Tienes entre tus manos una semilla (una idea innovadora), la plantas en una maceta (tu negocio) y comienzas a regarla. Si la riegas a diario, si la dedicas tiempo y si te preocupas por cuidarla, la planta crecerá (como tu idea de negocio y tu capital). A lo largo de su crecimiento, algunas hojas se secarán, pero si las cortas y sigues regándola, tu planta seguirá creciendo.

   Lo importante al fin y al cabo es tener la capacidad para crear y creer en esa idea. Con esfuerzo y trabajo esa idea generará el dinero que deseabas tener. Con dinero invertido en ideas difusas en las que ni tú crees, tu negocio caerá.

   Por tanto, mi consejo: lánzate al emprendimiento con una idea de negocio que te apasione, que creas en ella y la pongas en acción al servicio de los demás, y hazla crecer como la semilla de esa planta que tienes apoyada en tu ventana.

Guillermo Corrochano
www.tuempresadeexito.es
Asesoría y Coaching