18Marzo

El primer paso para iniciar tu negocio.

foto blog

Los nuevos emprendedores están casados de la poca garantía de seguridad que da el actual mercado laboral, por lo que deciden crear sus propias empresas.

Si eres uno de los muchos emprendedores que han decidido ponerse a trabajar de forma autónoma e independiente, es importante que empieces a cuestionarte tus creencias, para que estas no limiten ni tu éxito, ni tus resultados.
Estas creencias han sido heredadas desde nuestra vida y otras las hemos hecho nuestra por diversas experiencias que nos han marcado. Todas estas creencias determinarán cómo actuaremos frente a ciertas situaciones de la vida personal y profesional, e influirán fuertemente en nuestros resultados. El riesgo reside en que si estas creencias están equivocadas o distorsionadas, se traducirán en resultados desastrosos para nuestro negocio.
Una creencia es una idea que pensamos y sentimos que es cierta. Son experiencias internas que ocurren tanto en nuestra mente como en nuestro cuerpo.
Las creencias pueden ser limitantes o potenciadoras. Creencias limitantes son aquellas que condicionan nuestro rendimiento y por tanto nuestro potencial obstaculizando la consecución de nuestras metas.
Las creencias potenciadoras son aquellas que favorecen y desarrollan nuestras capacidades, habilidades y recursos; haciendo que aparezca nuestro potencial y nuestra motivación personal y profesional.
Las principales creencias limitantes son las relacionadas con el miedo al fracaso y el miedo al cambio:
Miedo al fracaso: Muchos emprendedores no dan ni el primer paso por que piensan que van a fracasar. A los primeros obstáculos o dificultades se desmotivan y abandonan el proyecto.
Miedo al cambio: Muchas personas están, en lo que llamamos, zona de confort o de seguridad; en la cual no toman decisiones y ellos entienden que todo lo que les ocurre son por causas externas. Se sienten protegidos y seguros aunque en ocasiones sea la creación de su propia cárcel. Cuando salimos de esta zona de comodidad, aparecen las inquietudes y los temores por lo desconocido. Sin embargo, para crecer, mejorar y aprovechar las oportunidades es preciso salir de allí, es preciso arriesgar.

Por tanto para avanzar tenemos que quitarnos esas barreras que nos limitan. La manera es:

- Identificarlas: Tenemos que ser conscientes cuáles son esas creencias que nos obstaculiza avanzar. Este es el primer paso, y uno de los más importantes, para después alcanzar tus objetivos.
- Fijarnos unos objetivos: Fijarnos objetivos bien definidos, motivadores, medibles, reales y alcanzables, harán que vayamos superando esas barreras que nos estaban limitando.
- Plan de acción: Si tenemos un mapa no nos perderemos y si fuese así podremos rectificar para volver a un mejor camino, a esto nos ayuda un plan de acción. Pondremos unas fechas a cada acción del plan y así podemos tener una valoración de los resultados obtenidos.
- Disfrutar: No es fácil eliminar o cambiar creencias arraigadas en nosotros después de tanto tiempo que nos están impidiendo avanzar, por esta razón es fundamental disfrutar del camino y celebrar los pequeños éxitos que vayamos logrando.
Eliminando estas creencias y potenciando las positivas llegaremos allí donde ni siquiera hubiéramos imaginado.
Así pues, el camino será pasar revista a nuestras creencias, hacerlas un análisis desde una perspectiva positiva y considerarlas como retos a superar.

Guillermo Corrochano
www.tuempresadeexito.es

Posted in Artículos

Comentarios (0)

Déje un comentario

Estás comentando como invitado.

Síguenos en

Comparte con tus contactos...